sábado, 8 de diciembre de 2012

Hacia una filosofía de la fotografía. Vilém Flusser




Este texto nos adentra a lo que podríamos llamar las bases de una filosofía de la fotografía. Durante los nueve capítulos de su obra, define una serie de conceptos que considera esenciales para el fotógrafo, el acto fotográfico, la crítica a una fotografía terminada y, sobre todo, la construcción de una filosofía que explique todos estos factores. Cada uno de estos conceptos implica un trasfondo relacionado esencialmente con la relación entre el fotógrafo y su aparato: la cámara.

Empieza hablando sobre la imagen y la imaginación: (la capacidad de abstraer formas planas del exterior y de reproyectarlas)
Como en la imagen no existe la continuidad lineal, puesto que podemos mirarla una y otra vez y remontarnos al mismo punto. De esta forma la imagen rompe con la linealidad histórica.  
Me parece interesante ver a la imagen como un mediador entre el mundo y el hombre. Hacen que sea imaginable para él. El hombre vive en función de las imágenes que él mismo ha producido, las imágenes se interponen y representan un mundo abstraído, diferente<<o simplificado>>  con respecto al mundo concreto. El hombre ya no ve a este, sino a algo que lo representa. Flusser denomina a este fenómeno idolatría. 
Hablando en orden histórico, el aparecimiento de la conciencia histórica esta ligadaa estrictamente a la aparicion del texto. este nace en un intento de disolución de la idolatría. En lugar de imaginar, conceptualizamos. "Los textos no significan el mundo, sino las imágenes. Se puede decir que el texto es la representación de algo ya representado. 
La imagen, producida por el aparato, está condicionada por el programa que define las funciones del mismo y tiene fin último informar. Dentro del juego hombre-cámara, el aparato funciona en cuanto a las intenciones del hombre, pero estas están limitadas con lo inscrito en las funciones de la cámara. Estas funciones no pueden ser modificadas, pues son, en sentido estricto de fábrica.
Dado que la finalidad última de la fotografía es informar, las intenciones del fotógrafo deben ir dirigidas a cumplir esa función, por lo tanto el fotógrafo debe evitar los lugares ya recurridos por otros, aunque esté limitado por el programa de su cámara.
En tanto a esto, dice Flusser, la intención de construir una filosofía de la fotografía es comprender la cabida de la libertad del hombre, entre la serie de condicionamientos que conlleva el acto fotográfico.
Pienso que el texto no sólo sienta las bases una filosofía de la fotografía, también es un tratado sobre las responsabilidades del fotógrafo. El acto de fotográfico implica mucho más que sólo capturar la imagen de un elemento, es también reinterpretarlo y ajustarlo a las condiciones del aparato. Es luchar por hacer de la imagen una pieza de información. Lo verdaderamente sorprendente de la fotografía no es su resultado final, sino la lucha que ocurre dada la relación del hombre y el aparato, entidades tan acercadas una a la otra que trabajan una en función de la otra y viceversa. 

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